Tengo ansiedad desde los 7 años. En esa época, para final de curso, nos daban las notas con sus correspondientes PA, PA+ o NM. Algunos incluso NM-. Muy duro.
La cosa es que yo siempre he sido de querer ser la mejor, incluso muchas veces por encima de mis posibilidades. Y esto, esperando tener más «+» de los que humanamente podía conseguir en mi tierna infancia, empezó este ciclo de ansía viva que no parece tener fin.
Terapia, libros de autoayuda, yoga, pilates, meditación, duchas de agua caliente para dormir, poleo, paseos activos, mis perros… todas las soluciones contra la ansiedad que nos han contado y nos cuentan, todas, las pongo en práctica en mi día a día para gestionar este problema que está peor visto que las hemorroides. Con la diferencia de que no hay una cremita mágica que te ayude a sentarte más cómoda.
Todas las soluciones contra la ansiedad que nos han contado y nos cuentan, todas, las pongo en práctica en mi día a día para gestionar este problema que está peor visto que las hemorroides.
La cuestión es que, cuando me toca salir de mi zona de confort, y me toca muy a menudo porque casi que se me ha desubicado la zona en sí (¡sos una desubicada!), me cuesta horrores gestionar este santísimo problema que tengo desde los 7 años. Nótese mi frustración.
Y he salido, he salido mucho de mi zona de confort el pasado mes de diciembre, después de mi boda (que salió de categoría, Isabel the perfect wedding planner a su servicio), cuando hemos hecho un viaje que debería estar más que avisado de que no es para personas con ansiedad. Con ansiedad y PAS, pero esto lo hablaremos en otro momento.
Nos hemos ido 28 días a visitar 5 países del sudeste asiático. Tailandia, Cambodia, Malasya e Indonesia. Y seguro que estás pensando «menudo viajito que se ha pegado… no sé de qué se queja». Pues, para empezar, no hay ningún tipo de contenido, al menos que yo consiguiera encontrar, en el que se te avise de todo el estrés que puede llegar a provocar el estilo de vida que se gastan por allí.
Es muy complicado salir de tu zona de confort y encontrarte con una cultura totalmente diferente a la tuya. No es tanto el choque en sí como la forma de vida, los gestos, la dificultad de hacerte entender… Ha sido muy estresante para mí. Es verdad que ha sido un viaje en el que he aprendido mucho y, por supuesto, he disfrutado de la compañía y la paciencia de mi ahora marido. No es incompatible.
Es verdad, que viajes a Portugal, Galicia, Noruega o, incluso, México, han resultado mucho más fáciles para mi, aunque siempre acabo teniendo algún ataquito porque algo me cuesta encajarlo o no sale como yo tenía planeado o no soy suficientemente perfecta como para abrir mi mente, corazón y alma y disfrutar como todos los bloggers e influencers cuyo contenido se centra en los viajes lo hacen.
Por esto, y aquí viene el quid de la cuestión por el que os cuento mi problema (solucionable, gestionable, y totalmente del primer mundo), he pensado que sería interesante abrir un blog en el que contar mis experiencias como viajera estresada y con ansiedad. Como gestiono lo que me resulta más difícil o me afecta y que me provoca ataquitos, los sitios donde he decidido ir y que me han ayudado a pasarlo más bien que mal y los lugares o experiencias que evitaría a toda costa (de haberlo sabido antes), algunos tips y consejos relacionados con ese momento de salir de la zona de confort y que la realidad te de una hostia a mano abierta como cuando sales de El Corte Inglés en verano, y mi visión sobre lo que te vas a encontrar en cada lugar que visites (de los que yo habré estado antes claro) y que puede ser perjudicial para tu sistema nervioso (o sistemita nerviosito como diría Ylenia).
¿Os parecería interesante tener una opinión más allá de lo maravilloso del choque cultural, los colores, los olores, las esencias, que nos cuentan los aventureros de verdad a los que no les supone un sobreesfuerzo salir de su zona de confort?
¿Creéis que puede ser de utilidad contar este tipo de cosas que tengo pensadas?
Gracias!!!
A mí me vendría de perlas…¡Adelante!
Tengo 61 años, me encanta viajar y soy PAS tremendamente ansiosa.
Un saludo
Me gustaMe gusta
Gracias María! Lo pondré en práctica a partir de febrero. Estos con más proyectos paralelos pero quiero darle voz a esto que nos pasa. Al menos dentro de mis posibilidades! Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Claro que si!!! Me parece de mucha utilidad!! Muchas gracias por compartirte!!!
Me gustaMe gusta
Hola Isabel sería muy interesante, yo tengo ansiedad y mi sueño es ir a disney world, pero me agobia el tema del avión y por ahora no lo veo factible… quiero empezar con un trayecto mas corto y me interesa mucho tu experiencia. Saludos 🌼
Me gustaMe gusta